"SENSACIÓN AGRIDULCE EN EL EUROPEO DE HANDBIKE"


El fin de semana del 12-13 de abril se celebraba en Barcelona el Europeo de handbike. 6 meses después regresaba convertido en prueba UCI, por lo tanto puntuable para un ranking internacional (contra más puntos logre un país,  más ciclistas podrá llevar a un evento internacional como las Paralimpiadas de Rio de Janeiro y el deportista que más puntos tenga, será el mejor candidato para acudir. Esto es en teoría, luego el seleccionador nacional decide). Los 10 primeros de cada categoría lograban puntos UCI.


Como novedad de 2014 han surgido nuevas categorías de competición en handbike: 
  • H0, abierto a personas sin discapacidad.
  • H1, es la antigua H1.1 para discapacidades severas.
  • H2, la antigua H1.2 (casco azul)
  • H3, los antiguos H2 (mi categoría temporal mientras no tenga una valoración UCI internacional definitiva) (casco blanco)
  • H4, los H3 (casco rojo).
  • H5, los H4.

Llegaba ilusionado, con ganas de hacerlo bien y además con la motivación especial de intentar lograr algún punto UCI, objetivo complicado pero soñar es gratis.




El día de la contrarreloj soplaba aire de costado y decidí salir a competir con las ruedas de entrenar, nada de perfil para evitar el lastre del viento. Decisión arriesgada ya que, personalmente, correr con las ruedas de carbono y los tubulares, supone una sensación increíble y una motivación especial (solo las monto para las citas importantes). Calenté bien, varios cambios de ritmo y a la línea de salida.



Mi tiempo de hace 6 meses era 25:03 minutos en 13 km, en esta edición quería rodar a 34 km/h y dejarlo por debajo de los 23 minutos, objetivo ambicioso (bajar más de 2 minutos en 6 meses) pero no perdía nada por intentarlo. En la línea de salida estaba más tranquilo que otras veces, pensé no salir a tope para ir incrementando la intensidad y terminar dándolo todo. Las cosas iban bien pero el viento era muy molesto, trazaba las curvas mejor que en ediciones anteriores y el pulso que llevaba era bueno, el de las grandes citas. Al final terminé la crono en 23:39, rodando a 33 km/h, mejorando mi tiempo en 1:24 minutos. Bajar de 23 minutos fue imposible pero mi satisfacción fue enorme ya que la mejora era considerable. Si el año pasado perdía frente al ganador 4:38 minutos, este año lo había reducido a 2:45 minutos. Logré el puesto 13 de la general, quedándome a 3 posiciones de los puntos UCI.

 


El domingo tocaba la prueba en ruta, circuito urbano totalmente plano con dos curvas de 180º donde debíamos dar 10 vueltas, unos 38 km. No guardaba buenos recuerdos de la edición del año anterior donde a pesar de estar bien posicionado en la salida, no pude seguir a los mejores. Este año intenté llegar con tiempo a la salida pero mi posición era mucho peor que la del año pasado. 



Arranqué fuerte, intentado seguir las ruedas buenas pero varias personas se cruzaron y las perdí, entonces tome la decisión incorrecta, en lugar de morir en los siguientes kilómetros para alcanzarlos busqué el apoyo de un grupo para lograrlo pero no pudo ser, la velocidad era menor y observaba como se ampliaban las distancias, no supe reaccionar. El resto de la carrera no tiene historia. Fui cómodo en el grupo, intenté varios cambios de ritmo para romperlo y quedarme con los mejores pero en terreno tan plano es complicado, además no soy un corredor de enorme potencia así que mis intentos no tuvieron éxito. En las ultima vuelta el grupo se fraccionó y entre en el sprint con el único compañero que aguantó la rueda, volví a perder, como el año pasado, no soy hombre de últimos metros.



Rodé unos 34,8 km a 32,4 km/h en 1:04:29, lejos del tiempo de los rivales con los que pensaba terminar. Logré el puesto 19. Mal, muy mal. Con una media de velocidad inferior a la contrarreloj y 20 pulsaciones medias por debajo de la crono, terminé con la sensación de no haberme esforzado como debía y eso es me genera gran decepción. Las excusas son de malos perdedores. 



En conclusión, tengo un sentimiento agridulce, contento por la contrarreloj del sábado pero decepcionado con la ruta del domingo. Tomé las decisiones inadecuadas y no luche ni me esforcé por cambiar la situación, eso es lo que más me duele. Sé que lo puedo hacer mejor pero no fue el día. Debo de espabilar si quiero seguir progresando, por mucho que se entrene, si luego no haces las carreras con cabeza y pundonor, el esfuerzo se pierde. De todo se aprende y más de las experiencias negativas.



Felicitar a la organización por su trabajo, traer a España una prueba UCI tiene gran merito, así que enhorabuena.

De lo más positivo, la foto junto a Walter Ablinger, campeón del Mundo de handbike 2013 en H2 (izda), Lars Hoffmann, ultrafondista de handbike a mi derecha y un poco más allá el francés varias veces campeón del mundo en handbike, Joel Jeannot. Para enmarcar.