COPA DEL MUNDO de ELZACH (ALEMANIA)



Los días 24, 25 y 26 de julio se celebró en la localidad alemana de Elzach, una prueba de Copa del Mundo de Ciclismo adaptado. Acudí con la máxima expectación, con muchos nervios, entendía que parte de mi futuro como handbiker dependía del resultado logrado allí.

Por lo general, muchos deportistas logran su clasificación para los Juegos Olímpicos el año previo. Van con sus selecciones al Campeonato del Mundo y si hacen un buen resultado (1º, 2º o 3º) saben que irán a las Olimpiadas. Yo estoy muy lejos de todo ello, primero por no estar en el grupo de la Selección Española y segundo por estar lejos de los mejores del mundo pero tenía la esperanza de hacer un gran papel en Copa del Mundo y comenzar mi sueño. 

Mi sueño, “el cuento de la lechera”: si lo hago bien, esperaba ser llamado por la Selección Nacional, tener la oportunidad de participar el Campeonato del Mundo (una semana después en Nottwil, Suiza), dar la campanada allí y ver de cerca la posibilidad de acudir a los Juegos Paralímpicos del 2016. Soñar es gratis, e imaginación no me falta, pero cuando entrenas y te esfuerzas por mejorar, tener un objetivo definido, es vital para progresar. La realidad me puso en mi lugar. 

Acudía a Elzach tras una preparación intensa a 2000 metros de altitud en Valdelinares (Teruel), 15 días de series, mucho desnivel acumulado, todo planificado para hacer una buena contrarreloj individual, una cronoescalada, corta pero ideal para mis cualidades.
 


El viernes 24 de julio a las 8:56 minutos comenzaba mi participación en la contrarreloj. ! 9 KM A MUERTE ¡ Tras 40 minutos de calentamiento en el Bkool, rueda lenticular delantera y casco de bicicleta Spiuk para crono, todo estaba preparado para las grandes citas. 


Pero mis sensaciones en el calentamiento y los días previos no habían sido buenas, no era capaz de llegar a los umbrales de vatios en las series cortas. Sin duda estaba cansado, la Bira y las 36 horas de viaje, me habían pasado factura. Intenté no pensar, sabía que la tensión de la prueba me daría un plus, además iba a darlo todo. 


Tras una arrancada con fuerza para lanzar la handbike, intenté mantener un ritmo alto de vatios pero no era capaz de lograrlo y tras el primer kilómetro, debí bajar la intensidad, un 15% menos de lo que tenía pensado.


Me costaba subir de pulso. Regulé toda la prueba y mantuve un ritmo constante, en el último km quería darlo todo pero estaba sin energía. Terminé exhausto. 

No estaba nada contento con mi rendimiento. Había rendido al 93% de mi capacidad y esperaba haber llegado al 105%. Experimenté una enorme decepción. Podría haberlo hecho mucho mejor. No obstante, terminé en el puesto 10 de la general, a 2:47 minutos del ganador, el suizo, Henz Frei, uno de los mejores handbikers del mundo. Fue mi mejor resultado en Copa del Mundo, logré puntos UCI y quedé por delante de deportistas que antes siempre me ganaban. Fui el segundo español por 5 segundos y “el cuento de la lechera” se terminó ya que en una ruta muy ratonera y sin desniveles, mis posibilidades de hacer un buen resultado eran menores.

Siempre digo, “más se aprende de las derrotas que de las victorias”, sin duda, tanto mi entrenador como yo, hemos aprendido a conocernos mejor y sacar conclusiones que serán vitales para el 2016. 

La noche de la prueba en ruta, descansé mucho mejor que el día anterior, los nervios de la contrarreloj no me dejaron dormir. Me sentía mucho mejor y en el calentamiento con el Bkool, lograba con comodidad los ritmos de vatios en las series cortas. Podía hacerlo bien.

Me situé perfecto en la línea de salida, con los mejores del mundo.

La arrancada fue impresionante y perdí sus ruedas en los primeros metros. Había mucha agresividad, roces en las curvas, choques en las defensas, gritos, así que busqué un lugar cómodo para llevar mi ritmo e ir cogiendo ruedas.


Rodaba llevando detrás a dos handbikers, observé un grupo grande de 4 handbikers y lo di todo por llegar a su altura. El grupo era potente y fuimos absorbiendo corredores hasta que formamos un grupo de 7 deportistas. Me posicioné en último lugar, el ritmo no bajaba y las primeras vueltas fueron agónicas. Arriesgaba en las curvas, entraba fuerte para salir con fuerza y seguir al grupo cuando se estiraba. El trazado urbano era sinuoso, con muchas curvas cerradas que lo convertían en peligroso. Debían completar 10 vueltas a un trazado de 4,7 km.


Tras realizar 5 vueltas, el ritmo no bajaba de intensidad. Debía arriesgar en las curvas y en una de estas, rocé la rueda trasera izquierda con un bordillo pequeño, el tubular reventó y tuve que abandonar la prueba. Son cosas de carrera, se va muy al límite y calculé mal las distancias. Sin posibilidad de cambiarlo, sólo podía retirarme. 

La valoración es positiva, descansé mejor y rendí mejor. Vuelvo a sacar conclusiones que me enseñan de cara a futuras citas. Mi pensamiento ya está en la próxima temporada. Seguiré trabajando y entrenando para que la mejora no pare. QUERER ES PODER.

Agradezco a Héctor de GREEN su ayuda y colaboración en esta prueba internacional. El invierno será duro para sacar lo mejor de mi. Gracias y hasta la próxima, que será en Jerez, el 5 de septiembre de 2015. ¡Pasad un buen verano!


XIX PARACYCLING BIRA de BILBAO


Acudí a Bilbao para participar el 18 y 19 de julio en la XIX Paracycling Bira de Bilbao, 19 ediciones del mejor Ciclismo adaptado nacional, con gran participación internacional además de ser una prueba UCI que da puntos a España para poder llevar más deportistas a los Juegos Paralímpicos.

Llegamos el viernes 17 de julio por la tarde y lo primero hicimos fue reconocer el recorrido de la contrarreloj. Pedaleé más de 1 hora en el circuito pero mis impresiones no fueron buenas; curvas muy cerradas, alta velocidad en tramos concretos y cambios de ritmo constantes, un circuito ratonero y peligroso donde habría que tener mucho cuidado para evitar un accidente.

Me alojé en el Albergue de Bilbao donde se respiraba ciclismo por todos los lados. Convivir con distintas discapacidades te hace ver las cosas de modo diferente, hay muchos ejemplos de superación, muchas personas que luchan por normalizar sus vidas y gracias al deporte lo logran.

El sábado 18 de julio fuimos a Belako para participar en la contrarreloj. Tras 40 minutos de calentamiento en el Bkool, me preparé para la prueba. Llegué a la salida muy justo, cuando contaban la cuenta atrás de los 10 segundos. Debía dar 3 vueltas al circuito de 3,7km. 


La primera vuelta la planteé tranquila pero estaba preocupado ya que por detrás salían rivales potentes que me podrían dar alcance. Trazaba las curvas con precaución y apretaba en las subidas. El calor era intenso y la sensación de húmedad alta, pedaleábamos al mediodía. La segunda vuelta subí la intensidad y empecé a doblar a varios compañeros, tracé un curva demasiado rápido y me puse a dos ruedas así que reduje la marcha, mi mente estaba puesta en Alemania una semana después. Fui a tope los dos últimos kilómetros pero mi vatios fueron bajos así que no esperaba hacer una gran resultado. Mi sorpresa fue lograr un segundo puesto en la contrarreloj, a 46 segundos del ganador. Los compañeros me comentaron que el calor les había afectado, hubo principios de golpe de calor y muchos abandonos por accidente. Salvé la jornada que era mi intención.


Tenía ganas de apretar en la ruta. Conocía el circuito de años anteriores y sabía que era muy rápido, una buena salida era fundamental para estar en el grupo de los mejores.

El domingo 19 de julio fuimos a Andoain para participar en la prueba en línea. 4 vueltas de 10 km para pedalear un total de 40km. Salimos pronto por la mañana pero el calor era intenso. La salida a tope. 100 metros llanos, curva a izquierda de 90 grados y repecho de 80 metros con un desnivel que hace daño. 


Un irlandés se puso a tirar del grupo de cabeza y lo estiro mucho durante los primeros kilómetros. Se formó un grupo de 6 handbikers en cabeza. No hubo colaboración para pedalear a relevos. Nadie quería gastar fuerzas y estar preparado para los ataques que se iban a producir. Funcionábamos a tirones. El que tomaba la cabeza, cambiaba de ritmo en las subidas. Si uno se despistaba, se subía la intensidad para dejarlo atrás. Fue una ruta lenta hasta llegar a la última vuelta. Nos quedamos 5 handbikers y se produjeron varios ataques en las bajadas pero nadie perdió fuelle. Pensé en el mejor momento para atacar. Último repecho, a 1,5 km de meta.



Se palpaba la tensión y el grupo se abrió al principio del repecho. Todos teníamos la misma idea, atacar allí. Entré en el repecho el último, y eso que intenté llegar posicionado, debí cambiar de ritmo por el lado sucio de la carretera, adelantando por la derecha. Sabía que según llegáramos arriba de repecho, llegaríamos a línea de meta. Saqué todas mis fuerzas pero coroné el repecho en tercera posición, a escasos 10 metros de los primeros. Una distancia insalvable. Al comenzar la bajada, ya los veía alejados a 100 metros. Pedaleé con intensidad hasta el final y terminé en tercera posición a 18 segundos del vencedor.


La clasificación general fue positiva, logré un segundo puesto que me dieron 13 puntos UCI. Nunca antes había alcanzado tantos puntos. Mis sensaciones no fueron demasiado buenas ya que venía del entrenamiento en altura, mi pico de forma estaba pensado para la Copa del Mundo de Elzach (Alemania) una semana después y me sentí cansado. En general, termino muy contento por lograr un segundo puesto, si lo comparo con el año pasado, la progresión ha sido enorme.  Mañana parto a tierras germanas.