El Campeonato de
España de ciclismo adaptado se celebraba en la ciudad andaluza de Estepona,
Málaga. Bajé unos días antes para reconocer el circuito y descansar del pesado
viaje. Circuito urbano, con peligrosas curvas
y sin desnivel, horrible para mi gusto y características, una carrera de
arrancar, parar y volver a arrancar. Tras reconocer el trazado me pareció más
peligroso incluso de lo que pensaba. Cada vuelta tenía 3 curvas cerradas de 180
grados cortadas por el interior de tres rotondas y dos curvas de 90 grados muy
peligrosas ya que la visión de la trazada no era clara, además un asfalto sucio
y con deformaciones. Lo tenía todo para tener mucho cuidado.
El sábado a las
17:30 h comenzaba mi participación en la contrarreloj individual. El día
anterior los jueces de la prueba decidieron reducir de 15 km a 10 km la
contrarreloj. Desconozco si esto se puede hacer, pero se hizo. He entrenado
para una distancia de contrarreloj concreta y de repente te quitan de un
plumazo 5 km. El planteamiento de la crono cambia por completo. Las
intensidades deben ser muchos más altas ya que el tiempo de competición es más
corto. ¿Cómo pueden hacer esto? No lo sé, pero se hizo. Planteamiento de
carrera formato prologo más que contrarreloj, beneficiando sin duda a handbikers
de más fuerza y potencia que yo. Primera dificultad del campeonato. Si en
Sudáfrica venia de correr una contrarreloj de casi 20 km, aquí 10 km por
decreto de última hora.
Para añadir más
salsa a los caracoles, la tarde del sábado es tormentosa. Vientos muy fuertes, tanto
llueve como luce el sol. El viento tira el arco de menta provocando un
accidente y la salida se retrasa 1 hora. Comienzo a calentar con sol y termino
bajo un aguacero enorme.
Hablo con participantes que han terminado la crono y
dicen que el trazado es muy peligroso, que la lluvia lo ha dejado
impracticable. Si antes era peligroso, ahora mucho más. Me voy para el cajón de
salida. Soy el último que sale de mi categoría al ser el campeón del 2015. Estoy
tranquilo. Me he quitado el casco de crono y las gafas para tener más visión.
"El agua del trazado salpicará a la cara y anulará la visión" pienso. Arranco con fuerza.
Llego a la primera curva de 180 grados, la trazo con dificultad y percibo
cierto deslizamiento de las ruedas traseras pero salvo el escollo y aprieto con
fuerza. Veo un handbiker en la distancia y voy a por él. Lo alcanzo en la
entrada de la rotonda y comienzo a adelantarlo por el exterior, cuando de
repente, las ruedas traseras de la handbike patinan, estoy sin control y giro
sobre mi mismo. La lluvia ha provocado que realice un trompo, un giro de 200
grados que me sitúan en contra dirección. Preocupado, intento recuperar el
sentido de la carrera. Giro despacio hasta que sitúo la handbike correctamente
y arranco. Pierdo bastante segundos pero no pienso en ello, sólo en como salvar
la siguiente curva. Llego a ella y entro despacio pero las ruedas traseras se
vuelven a ir y me veo impactando contra el bordillo, percibo que voy a reventar
las ruedas de carbono traseras pero consigo detenerme antes del impacto.
Respiro aliviado y vuelvo a arrancar. “Se
prudente”, me digo.
La contrarreloj consiste en entrar muy despacio en las curvas para evitar que las ruedas traseras patinen y arrancar con fuerza después de cada curva. Parar y arrancar, intentando mantener la intensidad en los tramos sin peligro. Sin duda, no es posible llevar una potencia constante. Consigo salvar la primera vuelta y me planteo dar la última vuelta a tope pero sin arriesgar. Tras varios sustos, aprieto el máximo hasta cruzar la línea de meta. Mi tiempo son 19:18 minutos, a 31,5 km/h. No estoy nada contento. Sé que el trompo va a limitar mis posibilidades.
Termino en 4 posición, a 17 segundo del ganador. Decepción. Así son las carreras, unas veces ganas y otras pierdes.
La contrarreloj consiste en entrar muy despacio en las curvas para evitar que las ruedas traseras patinen y arrancar con fuerza después de cada curva. Parar y arrancar, intentando mantener la intensidad en los tramos sin peligro. Sin duda, no es posible llevar una potencia constante. Consigo salvar la primera vuelta y me planteo dar la última vuelta a tope pero sin arriesgar. Tras varios sustos, aprieto el máximo hasta cruzar la línea de meta. Mi tiempo son 19:18 minutos, a 31,5 km/h. No estoy nada contento. Sé que el trompo va a limitar mis posibilidades.
Termino en 4 posición, a 17 segundo del ganador. Decepción. Así son las carreras, unas veces ganas y otras pierdes.
Después de la
contrarreloj experimento sensaciones de rabia, tristeza, impotencia, cabreo….
Se que lo podría haber hecho mucho mejor pero no ha sido posible. Tengo ganas
de darlo todo en la prueba en línea, de quitarme la espina que llevo clavada
pero el circuito es peligroso y temo que los nervios y ataques hagan una
carrera nerviosa y accidentada.
El domingo a las
9:00h estamos esperando el orden de llamadas para ir a formar la línea de salida.
Parece que no se enteran y los jueces comienzan a llamar primero a los últimos
handbikers de la contrarreloj. Comienza el desorden antes de empezar así que
cuando veo un hueco, me voy para la línea de salida.
Arranco con fuerza, pero
después de mi experiencia en Sudafrica, quiero reservar fuerzas para los
cambios de ritmo posteriores. Salida lenta y se forma un pelotón, algo poco
habitual donde rodamos cerca de 10 handbikers estirados. Una fila larga que
llama la atención del público. Poco a poco perdemos efectivos y se forma un
grupo de cabeza de 5 corredores. Las curvas se trazan con extremada prudencia,
nadie quiere hacerse daño. Siento que la carrera es lenta, voy en el grupo sin
grandes esfuerzos. Estoy atento en los pasos por curva, cuando yo empiezo a
trazar, los que van primeros han salido de la curva y temo un ataque que abra
hueco. Paso a la 4 posición.
Estamos en la 3 vuelta cuando en un giro de 180
grados monto mi defensa delantera sobre la defensa trasera de un compañero,
traza la curva pero yo no puedo girar la rueda delantera ya que no roza en el
suelo. Al salir el de la curva, logro apoyar la rueda delantera, estoy en
dirección al bordillo y sin tiempo ni espacio para frenar, impacto con el
bordillo. La inercia de la velocidad provoca que todo el lateral derecho de la
handbike impacte contra el bordillo. Temo haber pinchado la rueda delantera y
doblado la trasera. Estoy encajonado contra la acera y no puedo salir. Intento
desplazarme con las manos pero no me muevo.
Pido ayuda pero no llega. Observo como los rivales se van. Acabo de
perder el grupo de cabeza y no me puedo mover. Tras varios intentos y gritos de
desesperación, consigo desplazar la rueda delantera, me empujo con los brazos y
salgo del atasco en la acera. Vuelvo a pedalear pero un ruido trasero dice que
algo roza o se ha doblado en la handbike. Voy a tope a por la cabeza. Observo
que un trozo de tubular se ha desgarrado de la rueda delantera, puedo pinchar
en cualquier momento. Sé que la trazada lenta en las curvas del grupo de
cabeza, me da margen para reducir distancia. Es pronto y espero que no haya cambios
de ritmo ni ataques en la cabeza. Tras 4 minutos a tope vislumbro la cabeza y
al poco vuelvo a contactar con ellos. Necesito un respiro. He gastado una bala.
Me sitúo en 5 posición a cola de cabeza. No estoy para dar relevos.
Van pasando las
vueltas hasta que llega la última. Km 35 de carrera. Sé que mis fuerzas andas justas y
planteo atacar antes de las curvas cerradas, cerca del final. De repente, se
acelera el ritmo. Han cambiado de ritmo antes de entrar en una rotonda de 180
grados, faltan 4 km a meta. A la salida de la curva, la guerra se desata.
Intento responder. Veo la rueda del rival que se ha quedado algo cortado e
intento llegar a su altura. Hago el esfuerzo pero no doy para más, no consigo
alcanzarlo. Se abre un hueco. Me supera el que va detrás. Lo llevo a escasos
20 metros pero no soy capaz de recortar la distancia. La cabeza está a
distancia y la opción de podio también. Decido terminar evitando los accidentes
y garantizar un 5 puesto. La rueda delantera está dañada y puedo pinchar en
cualquier momento
Al terminar, percibo
gran decepción. Las fuerzas no me han acompañado. El ritmo no ha sido fuerte.
No he corrido con el corazón en la boca y así lo atestiguan la media de pulso y
vatios. A pesar de la intensidad, no he tenido capacidad para reaccionar al
final. Algo ha fallado. Considero que mi preparación ha sido buena, tengo buena
capacidad aeróbica aunque hoy no me he encontrado. La única explicación que encuentro es la
debilidad muscular provocada por las dichosas infecciones de orina.
Desde que empecé el
año llevo arrastrando muchos problemas con las infecciones de orina. Mi
discapacidad exige sondajes intermitentes, tanto va el cántaro a la fuente que
termino generando infecciones de orina.
El año pasado pasé 8 meses sin problemas, logré mis mejores resultados y di un
salto de calidad importante. Este año acumulo muchas infecciones de repetición
con sus respectivos tratamientos de antibióticos. El sábado anterior al
campeonato de España, terminé la última sesión de antibióticos. Esperaba recuperar
durante la semana para afrontar con garantías la competición pero en carreras
de alta intensidad y con rivales de entidad, al final las fuerzas no son las
que tienen que ser. Con estas palabras puedo resumir mi campeonato, no pretendo
poner excusas a mis resultados ni desmerecer la victoria de los rivales ya que
ellos se preparan al 100%, como lo hago yo. Pero esta situación me lleva a una
reflexión profunda, ¿qué sentido que tiene entrenar tanto, si a la hora de la
verdad las infecciones no me dejan rendir al máximo? Conclusión, si quiero
continuar en este deporte, debo solucionar el problema de las infecciones de
orina desde ya.
Sin duda, aprendo
más de las derrotas que de las victorias. Saco mis conclusiones. Felicito a los
ganadores por su trabajo y constancia, sin duda hacen que el nivel nacional sea
más elevado y pronto podamos codearnos con la élite mundial.
Gracias a todos los
patrocinadores que han hecho posible mi presencia en Estepona, a la Federación
Aragonesa de Ciclismo, siempre es un orgullo defender los colores de Aragón. Gracias
a mi compañero de fatigas, José Manuel Carcasona que me ha acompañado en los
últimos campeonatos de España. Él es el perfecto compañero que hace más fácil
mi preparación en las carreras. Gracias amigo, un placer como siempre.
Gracias a JCV Shipping&Solutions, Quickie, Coanfi, PowerBar, Trangoworld, …etc GRACIAS Y HASTA LA PRÓXIMA.
Gracias a JCV Shipping&Solutions, Quickie, Coanfi, PowerBar, Trangoworld, …etc GRACIAS Y HASTA LA PRÓXIMA.
Diego desde la penuria vivida hay un enorme trecho de mejora, a poco que te respete la salud y las circunstancias volverás a los buenos resultados, como bien dices, lo importante es aprender QUERER ES PODER.. a veces no basta con el querer y si no depende de nosotros pues.. a seguir intentándolo...
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Josantero
gracias amigo, un abrazo
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