El
fin de semana del 10 y 11 de mayo de 2014, se disputaba en Castiglione della
Pescaia, Italia, una prueba de copa del mundo de Paraciclismo donde se daban
cita las mejores selecciones del planeta (USA, Sudáfrica, Korea…etc) Es posible
acudir como deportista independiente así que decidí participar principalmente
por dos motivos; 1. la experiencia de estar con los mejores del mundo y ver
donde estoy, y 2. ser valorado de forma oficial por los médicos de la UCI
(Unión Ciclista internacional) para que me clasifiquen de forma concreta en una
categoría de handbike.
Con
la autocaravana tomamos un ferry que nos llevo de Barcelona a Civitavecchia y
de allí un paseo de 130 km hasta Castiglione. Montar la handbike, prepararla y
salir a rodar para conocer los circuitos de la contrarreloj y la prueba en
ruta.
El
jueves por la tarde tenía la clasificación médica de la UCI y acudí a la cita
expectante. Competir en una categoría inferior a la que estoy, me abría la
posibilidad de estar con los mejores en breve; mantener la categoría H3, hace
complicado lograr el sueño paralímpico, por no decir imposible, ya que el nivel de la categoría es enorme y
compito con una de las peores lesiones del circuito. Al final, mantengo la
categoría H3 en estado revisable. La clasificación no me beneficia pero es la
previsible, mis objetivos deportivos se complican pero como buen aragonés,
seguiré luchando por lograrlos.
Llegaba
tocado de la muñeca derecha a la Copa del Mundo de Italia, la maratón de Madrid
me había dejado unas secuelas importantes. Infiltración, antibióticos y
antiinflamatorios así que mi intención era probar la muñeca pero sin darlo todo,
con cierta contención ya que la próxima semana tengo el Campeonato de España de
handbike y es ese el objetivo deportivo primordial de la temporada 2014.
El
ambiente de la contrarreloj era excepcional. Citación de corredores, control de
firmas, mediciones UCI, cajón de salida… estaba en una de las mejores pruebas
de paraciclismo del mundo. Mi estado era de tranquilidad frente a la tensión
que veía en los compañeros. Me faltaba esa subida de pulsaciones que
experimento antes de comenzar una prueba.
No podía salir relajado ya que quedar último era lo más probable, estaba
con los mejores del mundo de la especialidad.
Arranqué fuerte hasta lograr un
pulso alto y lo mantuve toda la prueba sin llegar a los máximos que puedo
desarrollar. Mi velocidad media era de 31-32 km/h en un circuito plano de 15 km
con un asfalto desastroso. Llegado al km 6, sobrepasé al rival que salía justo delante de mí con 1 minuto de antelación
(aunque poco antes un austriaco me había pasado como una exhalación quitándome
algunas pegatinas de la handbike) Sabía
que no iba a quedar el último.
Mantuve el ritmo, entré suave en las curvas
finales para evitar accidentes y cruce la meta con un tiempo de 28:10, a 31
km/h de media quedando el tercero por la cola y lejos del primer clasificado, el
italiano Vittorio Podesta (rodó a 40,8 km/h, casi 10 km/h más de velocidad
media) Un mundo, una eternidad. Si hubiera ido a tope y me hubiera encontrado
bien podría haber rodado entre 33-34 km/h, bastante lejos de los mejores pero
hoy por hoy no puedo dar más. 2º motivo de mi presencia aquí definido, estoy a
años luz de los mejores.
Mi
evolución es lenta y a base de trabajo y constancia, pretendo terminar la
temporada rozando los 36 km/h, si lo logro, me quedan 2 años para llegar a los
40-41 km/h de la élite mundial.
La
prueba en ruta era de 64 km de distancia, 8 vueltas a un circuito de 8 km, con
cierto desnivel y mucha bajada peligrosa. Curvas de 90 grados y ciertos paso
complicados de trazar que convertían a la prueba en bastante arriesgada. Mi
intención era rodar unas 4 vueltas, 32 km, a una intensidad alta pero sin ser
máxima, buscando hacer la mejor salida posible.
Mi posición en la salida era en
la cola del grupo, aquí volví a experimentar esa tensión en los rivales que me
hizo sentir como “un elefante en una cacharrería”.
Arranqué fuerte y apuré la trazada de la
primera curva para no separarme del grupo pero nada más llegar a un terreno
recto con cierto desnivel ascendente, abrieron gas y el grupo se fraccionó en
múltiples grupillos.
Tomé la rueda de un italiano y juntos fuimos gran parte de
la prueba. Forcé en ciertos tramos para ver como respondía la muñeca y el dolor
persistía, así que en mi 4 paso por línea de meta, decidí poner fin a mi
participación con una media de velocidad superior a 30 km/h. Tengo más años
para regresar por estas tierras e intentar estar a un nivel más adecuado para
una competición de este calibre, esto es la Copa del Mundo de paraciclismo.
En
general, la experiencia ha sido positiva aunque la clasificación y mi maltrecha
muñeca podrían haber ido mejor. El regreso en ferry me sirvió para descansar y mejorar
la muñeca, esta semana es vital para hacer un buen Campeonato de España. En
breve os lo cuento. Saludos.
GRACIAS "MARE" POR TU GRAN AYUDA.
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